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“Quien pasa por alto la ofensa, crea lazos de amor; quien insiste en ella, aleja al amigo” (Proverbi


Un sinnúmero de amistades se rompen porque una persona se ofende por lo que la otro dijo o hizo. Una señal de madurez espiritual es la rapidez con la que puedes superar los insultos y los desprecios; cuanto más maduro eres, menos tiempo tardarás en perdonar las ofensas y olvidarlas. Un escritor cristiano comenta: “un amigo te deja y te sientes dolido… o tu amiga está demasiado ocupada para devolverte la llamada o el correo… o has salido a cenar con otra pareja y el hombre insultó a su esposo haciéndose el gracioso… Si te ha ofendido o despreciado un amigo, Supéralo! Bórralo de tu mente. No dejes que la amargura eche raíces. “El amor… no se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas…. Nunca se da por vencido… y se mantiene firme en toda circunstancia” (1Cpromtops 13:4-7) Parece imposible… y sin el amor de Dios lo es. Así que ríndete a Su amor, no tengas en cuenta las ofensas y camina en misericordia, porque la próxima vez serás tú el que necesites amor incondicional. Ninguno de nosotros es perfecto; todos hemos fallado. Si quieres que tus amigos pasen por alto tus ofensas, haz lo mismo con las suyas”.

Haz esta oración hoy: “Padre, gracias por las amistades con las que me has bendecido. Decido hoy liberar a quienes me hayan herido en lo más mínimo… y no darle importancia…. Olvidarlo y superarlo. No guardaré registro de sus errores, sino que será misericordioso y les brindaré amor incondicional. En el nombre de Jesús, Amén!


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